domingo, 6 de junio de 2010

MODELOS DE ESPERANZA



He aquí un gráfico muy interesante que yo me he permitido surrupiar (afanar, furtar) de mi venerado amigo Paul Krugman. Por donde quiera que se mire, España se muestra en mejor condición económica que la presentada por el Reino Unido o los EEUU. El déficit español como porcentaje del producto interior bruto está abajo del mostrado por los dos campeones del capitalismo financiero. Proporcionalmente, la deuda española tiene un largo camino para alcanzar la deuda relativa al PIB declarado por Grecia e Italia. Luego, la economía vista por tan sinérgico foco parece sonreír a nuestro tristiño Zapatero. ¿En virtud de qué el señor Rajoy le da tanta lata y se muestra tan insolidario en el parlamento de España?
 Comemos en el mismo rancho de la moneda que da brío a la Europa de Carlos Magno y a la que Felipe II no supo unir. Si el estómago español sufre úlcera, la cabeza alemana sufrirá los dolores que emanen de tan profunda llaga y, por el riego de la arteria que llega a los pies, la bota italiana se verá impedida de marchar hacia la economía del bienestar. Pobre Grecia, pobre Portugal, pobre Irlanda, la de Breogan, y ahora también Hungría, la de Budapest.
Política fiscal, política monetaria y política restrictiva de gastos es el conjunto de medidas adoptadas por el primer de España para solventar el problema de la deuda. Por la política fiscal se pretende arrancar dinero del pueblo y dejarlo a disposición del creedor en el momento oportuno, y así bajará la deuda. Reduciendo el sueldo del sector público habrá menos dinero para gastar y el PIB bajará como consecuencia de un descenso de la actividad económica. Porcentualmente estaremos en el mismo lugar  pero en un plano inferior de producción y bienestar. Hemos perdido autonomía en asuntos de política monetaria y por tanto estamos impedidos de pagar cuentas con emisión de moneda, no obstante, el euro va perdiendo fuerza en relación a otras monedas, que también se devalúan y esto nos ayudará a vender más  cantidad  de bienes por el mismo dinero. Y esto significa que habrá necesidad de más trabajo para recuperar el PIB perdido por efecto de la crisis. ¡Y ya está! Todo resuelto y a volar a caballo de los modelos polikrugmáticos con asas agitadas por el principio de Tinkerbell.
Bueno, un final feliz sería predecible si no fuera o fuese un tal de Ratex.
¿Y saben ustedes quien es ese tal de Ratex?
 Ratex es anagrama de Rational expectations, expectativa racional asumida en el comportamiento de algunos modelos macroeconómicos que llevan en consideración lo que piensan sobre el futuro económico la masa obrera, las empresas y el mercado consumidor.
Ratex es esencial en la formulación de macromodelos estructurados en los fundamentos de la microeconomía y también en las razones que dan suporte a la economía keynesiana. Por ejemplo, las negociaciones con la fuerza sindical vendrán rebozadas con emocionantes expectativas sobre el futuro, todas muy bien racionalizadas con churumbeles de interés irracional y bien disfrazado con motivación nacionalmente divina y así encorajar el deseo mundano.
El gran problema radica en que la verdad de las teorías humanas, aun las mejores y con aceptación generalizada, no pueden ser testimoniadas por medio de pruebas, y cualquiera que quiera probarlas será por medio de amuestras falsas de la realidad futura. La inducción viene en auxilio de esta tesis y se apoya en la experiencia para determinar como será el futuro y asegurarnos que si así ha sido ayer, así podrá ser mañana. Que hoy la vida sea diferente para 20 porciento de la fuerza desempleada en este país es un mero detalle de desvío temporal a corroborar la inercia del destino por caminos ignorados. Esto es, del gráfico de Krugman, aunque mucho se diga, poco se aclara. De la misma forma, Rajoy pidiendo que demita Zapatero poco o nada ayuda en los modelos de esperanza para los problemas de España.

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